Dejaron el "morbo" atrás y el duelo sí tuvo un ganador. Alemania venció por la mínima diferencia a Estados Unidos y se alzó con el liderato del grupo G del Mundial Brasil 2014.
Un empate en Recife, sin importar si el partido fuera soso o intenso, bastaba al mundillo del fútbol para afianzar sospechas sobre la comunión de intereses entre las selecciones de Estados Unidos y Alemania por una plaza en los octavos de final mientras Portugal y Ghana jugaban en paralelo por un milagro.
Los indicios surgieron de aquí y allá, apoyados en asuntos históricos y hasta sentimentales, mientras los señalados se esquivan con argumentos de moral y ambición futbolística.
Jürgen Klinsmann, seleccionador de Estados Unidos, se encontraba en Recife con sus compatriotas y a quienes en buen número dirigió desde el banquillo del Mannschaft entre el 2004 y el 2006.
La amistad de Klinsmann con el seleccionador germano, Joachim Löw, que fue su ayudante en el Mundial 2006 en el banquillo de Alemania, echaba más leña a las conjeturas que ardían en la prensa.
Sin embargo todo "morbo" quedó depejado en la cancha. Tanto Alemania como Estados Unidos lucharon por el triunfo, pero al final los de Löw fueron los únicos que lo consiguieron.
A los 54 minutos, Müller rompió la paridad y dio a los germanos el triunfo, que los hace sumar 7 puntos y los coloca como líderes absolutos del grupo G. En octavos, se verán con el segundo del grupo H (Argelia, Rusia o Corea del Sur).
Estados Unidos, por su parte, clasifica como segundo. Su próximo duelo será ante Bélgica (primero del grupo H).
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