“De Ronaldo me acuerdo el día que nos conocimos en Brasil y que estuvimos jugando a ping-pong”, dijo un buen humorado Messi. “Leo es más bueno con el ping-pong que con un balón en los pies”, aseguró Ronaldo. En un tono distendido, Luis Figo, con quien coincidió en el Barcelona y en el Madrid, pasó cuentas pendientes: “¡Hola fiera!, ahora que te retiraste me debes una cena por todos los goles que te di”, bromeó entre risas el luso.
Por su parte, Pelé fue mucho más emotivo, con un discurso casi institucional: “Fuiste a Holanda y enalteciste el nombre de Brasil, fuiste a España y a Italia, y también enalteciste a Brasil”, explicó. “Volviste a Brasil y resucitaste el Campeonato Brasileño y resucitaste al Corinthians, al que hiciste campeón. Todos nosotros, los brasileños, estamos agradecidos por lo que hiciste por el fútbol y por nuestro país”, añadió. Ronaldo no aguantó la presión y derramó unas lágrimas cuando un amigo explicó que había acudido a un hospital de Madrid para dar fuerzas a un niño enfermo de leucemia terminal.
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