El penal sancionado por la jueza peruana Silvia Reyes es, sin duda, uno de los más tontos de la historia del fútbol. El insólito hecho se produjo en las semifinales del Mundial Femenino sub 20 entre Alemania y Corea del Sur, que acabó con goleada germana por 5-1.
Una jugadora alemana remató al travesaño y el esférico, luego de elevarse, cayó dentro del área grande. Una jugadora coreana, pensando que el balón había salido del campo, antes de caer al césped, tomó la pelota con las manos.
La árbitra peruana marcó la pena máxima, luego de consultar con su asistente si el balón había salido de la cancha mientras estaba en el aire. Si no lo ves, no lo crees.
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