Argentina sacó provecho de todos los males de México, al que venció 3-1 el domingo para inscrustarse en los cuartos de final de la Copa del Mundo en los que jugará ante Alemania.
Carlos Tevez abrió la cuenta a los 26 minutos, un gol viciado de nulidad porque estaba adelantado, y Gonzalo Higuaín aumentó a los 33. Tevez completó la faena a los 52 y Javier Hernández abrió a los 71 una hendija de esperanza para el Tri, reseñó AP.
Inobjetable triunfo de Argentina que no jugó bien pero aprovechó todos los regalos: el del árbitro italiano Roberto Rosetti y todos los que le envió la defensa mexicana en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
Argentina empezó controlando la pelota, pero México sembró el peligro.
Evidencia irrefutable de ello ocurrió antes del gol argentino cuando un zapatazo de Carlos Salcido desde la izquierda hirió al travesaño y luego Andrés Guardado sacó un remate que se fue lamiendo un palo.
Argentina, con Lionel Messi por entonces desconectado de Higuaín y Tevez, volvió a sufrir cuando Hernández le quemó las manos a Sergio Romero, en medio del desconcierto de su defensa que hacía agua por todos lados.
Los recursos ofensivos de Argentina afloraron después cuando Messi amagó entre dos defensores y su disparo, casi pegado al travesaño, fue bajado por Oscar Pérez dejando a la pelota mansa en el piso tras bajarla con las dos manos.
Y cuando menos lo merecía, Argentina se subió a la ruta del triunfo con un claro gol en posición adelantada.
Tevez corrió una pelota que parecía imposible llegar, Pérez dio rebote justo hacia donde estaba Messi y su centro corto fue cabeceado a la red por el delantero del Manchester City, que estaba en el área chica de pesca y claramente adelantado.
Gol nulo, tan clarito que ni se necesitó verse por televisión, aunque el tanto fue convalidado tras unas dudas entre el juez de línea y el árbitro Rosetti.
Ironías del fútbol: Alemania, próximo rival de Argentina, también se vio beneficiada en su victoria 4-1 ante Inglaterra cuando un remate de Frank Lampard dio en el travesaño y picó adentro, en lo que hubiese significado un parcial 2-2 antes del descanso.
Después del grosero error del árbitro Rosetti, siete minutos después, Osorio lo imitó equivocándose feo para su equipo. El defensor le regaló la pelota a Higuaín, quien con una finta de torero eludió a Pérez y con el arco vacío puso el 2-0.
Higuaín quedó en solitario como máximo goleador del Mundial con cuatro goles.
A partir de entonces, México dio visibles muestras de nerviosismo aunque Argentina no supo aprovechar la situación.
Pero Argentina estaba en su noche y las pocas veces que llegaba todo le salía bien.
Recién asomaba el complemento cuando otra vez la defensa dio rebote y la pelota le cayó a Tevez, quien encomendó un terrible derechazo alto que infló la red.
Pero la defensa argentina también repartía regalos: Martín Demichelis salió a destiempo a marcar a Hernández, quien giró con su cuerpo y sacó un disparo que le dio el descuento a México.
Luego el molde táctico del partido se hizo con México buscando el milagro y Argentina dejando pasar el tiempo. Total, los regalos ya se lo habían hecho.
Argentina y Alemania jugarán el sábado en Ciudad del Cabo, por la misma instancia que lo hicieron en el 2006. Entonces el partido terminó 1-1 y el local avanzó por penales.
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