En el estadio Vicente Calderón de Madrid, los rojiblancos llevaron el peso del encuentro, mostrando su dominio gracias a un tempranero gol de Forlán, con algo de fortuna (8).
El uruguayo fue el autor en una rocambolesca jugada. José Manuel Jurado centró al área, donde Forlán falló al cabecear, pero según quedaba muerto el balón logró soltar un tiro con la pierna izquierda en semifallo que rebotó en el portero del Liverpool, para acabar entrando en la portería visitante.
"Es un buen resultado pero todavía nos quedan otros 90 minutos en Anfield, donde son muy fuertes. Todavía queda mucho camino para la final", dijo Forlán tras la victoria.
Por su parte el técnico del Liverpool, el español Rafa Benítez, aseguró que "todavía nos queda un partido en Anfield y somos optimistas".
El Atlético, que no había llegado a una semifinal europea desde 1999, se lanzó desde el principio a por el encuentro, presionando muy arriba a un Liverpool al que le costaba salir con el balón, pero que lograba contener a los locales.
El tanto de Forlán les dio tranquilidad y mantuvieron la presión sobre el Liverpool, que jugaba sin su delantero estrella Fernando "El Niño" Torres, lesionado.
En el segundo tiempo, los ingleses buscaron la portería de David De Gea pero se encontraron con un muro defensivo rojiblanco. Los dos equipos parecieron entonces perderse el respeto con un juego más directo y Forlán recibió un balón bombeado en el área, quiso hacer una vaselina pero el balón fue fuera (53).
HAMBURGO SOLO EMPATÓ ANTE FULHAM
En el otro partido de ida de las semifinales, el Hamburgo alemán controló el balón desde el principio pero no consiguió crear ocasiones claras contra el Fulham.
A pesar de seis córneres (uno sólo para los ingleses), ni el holandés Ruud van Nistelrooy, ni el croata Mladen Petric lograron penetrar la defensa del Fulham ni mucho menos impresionar al guardameta australiano de los londinenses, Mark Schwarzer.
"Es evidente que nos habría gustado marcar un gol aquí, tuvimos nuestras oportunidades pero no supimos aprovecharlas", reconoció el técnico del Hamburgo, Bruno Labbadia, tras el encuentro.
El equipo alemán, en cuya ciudad se disputará la final de la Europa League el próximo 12 de mayo, ya ha perdido toda posibilidad de ganar el campeonato alemán e intentará por todos los medios lograr un lugar en la final.
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