Paolo Guerrero, que fue suspendido para el resto de temporada por haber lanzado una botella de agua a un aficionado, declaró este miércoles que desea pedir disculpas y lo describió como el "mayor error" de su carrera.
"Mi comportamiento en el encuentro de Hannover fue el mayor error de mi vida. Aún me horrorizo cuando veo las imágenes", explicó Guerrero al diario alemán Bild.
"Todavía no puedo entender mi reacción, esto nunca me había pasado antes", agregó el atacante cuyo contrato con el conjunto germano expira en junio.
"Cometí un error que no volverá a suceder otra vez, pero tampoco es agradable ser insultado por tus propios aficionados", prosiguió.
El peruano se mostró arrepentido y afirmó que quiere pedir disculpas al seguidor.
"Me gustaría quedar con el seguidor, disculparme, darle entradas e invitarlo a dar una vuelta en mi Ferrari", indicó.
Sin embargo, Guerrero precisó que desea "más respeto entre jugadores y aficionados".
El jugador de 26 años deberá, además, pagar una multa de 20.000 euros a la Federación de Fútbol Alemana (DFB).
Por su parte, el Hamburgo anunció que apelará a la Bundesliga para que mitigue la sanción, aunque Guerrero podrá ser convocado para jugar la semifinal de la Europa League, que disputará ante el Fulham inglés el próximo 22 de abril y cuya final se disputará en el estadio del equipo alemán.
El incidente se produjo cuando el jugador tomó represalias después de que el seguidor le lanzara improperios por el empate a cero de su equipo frente al Hannover, el pasado 4 de abril.
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